Orígenes

Somos la segunda generación de una familia humilde que le costó abrirse camino en el mundo de la repostería empezando de cero, pero es que llevamos haciendo crespillos desde 1981, que se dice pronto. Desde 1981 hasta la fecha de hoy seguimos haciendo los crespillos de las misma forma artesanal.

¿Los fundadores? Marcos Alcázar y Carmen Ponce, fueron ellos quienes empezaron toda esta odisea en los años setenta. Sus ganas de luchar y darnos lo mejor les hizo embarcarse en este negocio en una pequeña nave con dos mesas y un horno en las inmediaciones de Lorca pegado a la carretera que une Lorca con Águilas, porque claro… No podía ser de otra manera, Carmen tenía que estar cerca de su tierra que es Águilas. Originalmente era una repostería donde se hacían sobre todo empanadillas para el cuartel de artillería, con los recortes de la masa de las empanadillas se empezaron hacer los primeros crespillos hasta como los conocemos hoy.

La siguiente generación viene cargada de ilusiones, con ganas de crecer, adaptando las nuevas tecnologías al trabajo y con un gran espíritu de innovación, desarrollando y desmenuzando desde cero lo que nuestros padres crearon para llegar a mas personas, a mas mentes, a mas gentes, lo que empezó siendo un producto local… será mundial (pensemos a lo grande), ¿te imaginas?, llegar a un hiper cercano al barrio del Soho (Nueva York) donde el diseño, el arte van de la mano, ¿por qué no?, el crespillo también puede ser vanguardia y hacerse un hueco en el mundo del estilo, lo diferente, pero al mismo tiempo, sano, natural y crujiente.